Perdón por las crueles palabras proferidas el día 24 de septiembre de este año en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
PERDONEN
Perdón, Cuba. Perdón por las crueles palabras proferidas el día 24 de septiembre de este año en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Imaginé comenzar el pedido (de perdón)
especialmente para Cuba por ser inaceptable el tratamiento dado al país y
vergonzosas las declaraciones del actual ocupante de la presidencia de
Brasil, a la que asistimos esta semana n el ámbito de la Asamblea
General de las Naciones Unidas.
No hay siquiera la oportunidad de pedir
que comprendan, una vez que gran parte de los brasileños tampoco lo
entiende. No entendemos, siquiera, el motivo de tanta hostilidad. Creed,
es triste, pero la agresividad demostrada por ese señor se vuelve
inclusive contra su propio pueblo.
De entrada resaltar que el actual
mandatario no ganó la elección con los votos de la mayoría de los
brasileños. Su elección se dio en medio la muchas informaciones falsas
(las llamadas fake news) con un discurso de cambios en el país, con el valioso auxilio del poder judicial y el inevitable “combate a la corrupción”
tan utilizado en tantas elecciones del mundo por la derecha. Si eso, en
realidad no justifica la votación, por otro lado nos da un alivio: la
sociedad no se ve allí representada. Una persona que propaga el odio,
que consiguió polarizar el escenario político, que incrementa la
agresividad y la violencia y, como si no bastara todas esas
“características”, la dictadura y el período de tinieblas que Brasil
enfrentó de 1964 a 1985. Defiende la tortura y la muerte. Ofende
mujeres, negros y homosexuales. No tiene adversarios políticos: tiene
enemigos – que según él deben ser exterminados.
Por todo eso, antes, hay que pedirle perdón a nuestro propio pueblo.
Perdón a los indígenas, las víctimas más probables en el momento, y quién fue amenazado de no demarcar “ni un centímetro más de tierra indígena”
violando la Constitución Federal y abriendo camino a las empresas
mineras y madereras para invadir aquellos territorios protegidos por ley
y garantes de las reservas forestales;
Perdón al pueblo quilombola con el que
el país tiene una deuda inmensa decurrente de la esclavitud más duradera
del mundo y a quién el referido presidente considera como animales, así
los descalifica en público,negando sus derechos y sus territorios;
Perdón a nuestros campesinos, pueblo que
reivindica una reforma agraria nunca realizada en este país, pueblo que
garantiza el alimento en la mesa de los brasileños -y no la monocultura
de exportación-, pueblo que recibe desde el gobierno la amenaza de
armar a los terratenientes y latifundistas con la clara intención de
matar a los denominados “Sin Tierra” que allí se encuentran para hacer
cumplir la Constitución Federal de 1988;
Perdón al pueblo que perdió todo y
muchas vidas en las criminales roturas de presas en Minas Gerais por las
empresas mineras particulares y privatizadas. Inaceptable que el
gobierno federal no haya tomado ninguna providencia en el sentido de
proteger, evitar el desastre e imponer penalidades a esas empresas
causantes de tantas tragedias a los pueblos y al medio ambiente,
destruyendo todo, matando y contaminando;
Perdón a los habitantes de las favelas
que son diariamente asesinados en un supuesto “combate a las drogas”,
donde para cada arma incautada mueren 3 personas. Especialmente en Río
de Janeiro, el tejido social se va deshilachando cada día y la muerte de
inocentes sigue sin la menor providencia por parte del Estado. Mueren
jóvenes, madres, niños, concejales, policías, personas, familias, sueños
y esperanzas. Y todo sigue como siempre, como si las vidas no fueran la
razón de ser de la sociedad;
Perdón a la naturaleza. Lo que se está
haciendo con el medio ambiente es otro crimen contra nosotros mismos.
Los incendios en la Amazonía son desconsiderados, la polución, la falta
de preservación, sigue sin frenos. Atribuir a los indígenas los
recientes incendios es de una crueldad sin fin, además de causar una
vergüenza enorme cuando ha declarado en la ONU la supuesta forma en que
ocurrió;
Somos un país sin proyecto (a no ser la
atención al capital) y se está destruyendo el tejido social y la
organización popular en el país, fragmentando a la propia población y
robando sus derechos sociales, laborales y de seguridad social. Son más
de 40 millones de personas desempleadas o con trabajo precario
(precarizadas). Volvemos al mapa del hambre de las Naciones Unidas. Los
medios y la iglesia todos los días predican la resignación a la
situación.
Perdón, Cuba. Perdón por las crueles palabras proferidas el día 24 de septiembre de este año en la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Perdón por las palabras de un “títere”
del imperio, que pretende hacer de Brasil una colonia de los Estados
Unidos de América en clara sumisión a aquel país, ofreciendo inclusive
de forma vergonzosa nuestras riquezas. Perdón porque vivimos una
barbarie desenfrenada. Y una persona mediocre está al frente de todo
eso. Una persona incapaz de entender el sentido de solidaridad,
fraternidad, compasión, justicia. Sepan que eso no es Brasil. Eso es
una fase que tenemos que atravesar y, como tantas otras, superar. Y
lo haremos, creánnos!
Brasil no es eso.
Gracias, Cuba. Por compartir con
nosotros (y con tantos otros pueblos) lo que tiene, no lo que le sobra.
Gracias por la ELAM, la universidad posible para tantos jóvenes pobres;
Gracias por la oportunidad a tantos
jóvenes de formarse, tantos brasileños y brasileñas que al volver aquí
usan los conocimientos adquiridos allí;
Gracias por el método de alfabetización “Yo Sí Puedo” que alfabetizó a tantos pobres de este país carente de educación;
Gracias por los médicos cubanos que aquí
atendieron en lugares tan lejanos de este enorme país, a tantas
personas (algunos pacientes nunca habían sido atendidos por un médico…),
salvaron tantas vidas, ejercieron una medicina tan humana y que dejaron
tanto cariño. Saudade es la palabra que empleamos cuando extrañamos y
añoramos algo querido. Tenemos saudade de los médicos cubanos
Gracias por mostrarnos diariamente que
otro mundo es posible –y necesario-. Por resistir heroicamente a un
bloqueo genocida, y demostrar que las ideas valen más que las armas, que
lo importante es el ser humano, que el capital es superable y que la
alegría es insuperable.
Por mostrarnos que a pesar de las dificultades, la unidad es lo que vence al enemigo. Y por ser tan hermanos nuestros.
Sepan que, a pesar de las dificultades,
acabamos de rehacer el Frente Parlamentario de Amistad Brasil–Cuba en el
Congreso Nacional y que tenemos muchos parlamentarios solidarios con
Cuba en los estados y municipios a pesar de la coyuntura política
actual. Que el pueblo brasileño los admira.
Sepan que pueden contar con nosotros,
que siempre seremos solidarios, que la solidaridad no se puede bloquear y
que el mundo lo sabe y va a posicionarse una vez más por el fin del
bloqueo ante la la Asamblea General de la ONU en este 2019.
Reciban este sencillo mensaje con la certeza de que allí y aquí, VENCEREMOS!
Carmen Diniz

Comité Carioca de Solidaridad con Cuba

Comité Internacional Paz, Justicia y Dignidad a los Pueblos
Foto de portada: EFE.
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